jueves, 13 de diciembre de 2007

entrecasa

Es un dulce movimiento el que producen mi mano y tu cintura....ondulatorio, constante, repetitivo y ni aún así rutinario.
Por momentos, trato de que mis dedos emitan pequeñas presiones sobre tu cuerpo, pequeñas descargas. Cada uno de ellos en diferentes momentos y con diferentes intensidades; como pulsaciones, como latidos. Intermitencias descontinuadas, que solo buscan desconcentrarte y hacerte perder el paso.
Notas mis intenciones y me hechas una mirada, pero luego sonríes. Entonces acerco mis labios a tu oreja y comienzo a contarte aquella anécdota de aquel hombre que bailaba con su mujer canciones de Chet Baker en el living de su casa.
Todo esto...mientras bailamos.

No hay comentarios: