miércoles, 19 de noviembre de 2008

pinceladas

Todavía estábamos desnudos. Con calor. Agitados. Mirando al monótono y parejo techo blanco.
-Creo que soy lesbiana…-
-… ¿Cómo?-
-Que creo que me gustan las mujeres…-
-¿Me estas cargando?...cuándo te diste cuenta-
-Hace un rato…mientras acababas –
-Eh… ¿mientras acababa? y vos que hacías-
-Te miraba…-
Sentirse un boludo debe ser algo normal en estas situaciones.
Seguí mirando el techo sin mencionar palabra. Me concentré en las pinceladas, iban como de forma vertical, con idas y vueltas, de arriba hacia abajo. También podía distinguir pequeñas irregularidades; manchas, grumos y alguna que otra pincelada horizontal, transversal al resto del trazo.
Volví mi vista y la mire a los ojos, noté que hablaba en serio. Apoyé mi cabeza en su panza y ella empezó a jugar con mi pelo.
-Igual te sigo queriendo…- me dijo mirándome con sus enormes ojos.
Estaba tranquilo, le creía. Después de todo seguía siendo hermosa. Tirada, desnuda en mi cama, transversal a mí. Como aquellas pinceladas horizontales en mi monótono techo blanco.

martes, 11 de noviembre de 2008

la peste llegó

Llegó como llegan todas las pestes.
Se te meten por la nariz. Te dan ganas de toser y en ocasiones fiebre. Fiebre de la buena; de la que te hace transpirar las sábanas y doler hasta los dientes. Fiebre de la que te pone boludo y te hace salir de la cama para volver a agarrarla más tarde, pidiendo perdón por todas las cagadas que te mandaste en tu vida.
La peste llegó. Mejor quedarse en casa.

domingo, 2 de noviembre de 2008

es temporada de putas

Llegan desde todos los lugares.
Cariñosas, suaves, hermosas.
De piernas largas y escotes insinuantes. Con pechos grandes y pomposos, como de algodón.
Llegan cargadas de besos y caricias para todos los que estén dispuestos.
Llegan para que nadie duerma solo. Para no dejar botellas a medio terminar. Para que nadie caiga en la locura.
Ya llegan, es temporada.