miércoles, 28 de octubre de 2009

la cinta de Moebius

Vivir entre las 0:00 y las 6:30 hs.
Con una noche calurosa.
Con con sol perezoso.
Siempre con amigos cerca.
Con cervezas en la heladera.
Con algún plan.
Vivir sabiendo que a pocas cuadras hay un bar abierto en donde me estás esperando con un vestido con flores y el pelo atado.
Con tu perfume y tus aros.
Junto los dos extremos de la noche dando media vuelta uno de ellos, y así, como plegando la vida, rompo con la diacronía.
Ahora, tenemos toda la noche para conocernos.

sábado, 26 de septiembre de 2009

asadito existencial

Y si te dijese que una vez fui a Kazajistán.
Que ví las pirámides y el Coliseo.
Que la torre Eiffel es más chica de lo que parece y que el Hermitage es sumamente aburrido.
Que la Estatua de la Libertad es lo más parecido a un pedazo de metal retorcido y que en la Capilla Sixtina apenas logran distinguirse los frescos de Miguel Ángel.
Y si te dijese que todo lo que creías era terriblemente similar a una gran mentira.
Entonces....verías que mi parrilla, con sus ladrillos refractarios, con su tacho para el aceite y las brasas, sería el único arte realmente correspondiente con su verdadera naturaleza.
En aquel arte, es donde se cuecen los costillares de la metodología funcional al hambre y a la gula.
Es en aquel tacho, donde se cocina la vida misma.

martes, 15 de septiembre de 2009

por costumbre

Con la cara cortada por la experiencia.
Los pelos blancos y desarreglados.
Con olor a viejo, a madera y a polvo.
Con un paquete de cigarros arrugados en el bolsillo de atrás.
Con pocos fósforos en la caja.
Con algunas monedas.
Con todo lo que la vida me enseño acerca de las mujeres como vos.
Así, con todo esto, todavía dejo que me pases a buscar con tu auto cada vez que a mi soledad se le ocurre hacer dedo.

martes, 1 de septiembre de 2009

a quien corresponda

Hijos de puta, devuélvanme mi infancia.
Mis autitos. Mi pelota de cuero con los colores de boca. Mis soldaditos.
Devuelvanmela.
Mi guardapolvo. Mis compañeros. Mis recreos.
Mis bolitas lecheras y las japonesas también. Los carritos con rulemanes.
Mis ocho años.
-Eduardo miraba al cielo y reclamaba-.
Devuelvanmela hijos mil de puta!

jueves, 20 de agosto de 2009

itinerante

Malabares.
Cuerda floja.
La sensación de que, en cualquier momento, salgo disparado desde un cañón.
Alguna que otra payasada, y el cagazo de encontrarme dentro de la jaula del león.
Intentar gustarte es lo más parecido a trabajar en el circo.

miércoles, 19 de agosto de 2009

tal vez alguien en Laos esté pensado esto

Tengo otro huso horario.
Paisajes distintos a los del resto.
Una casa en otro lado.
Diferentes padres y madres. Abuelas. Abuelos.
No como la misma comida, ni siquiera me siento en las mismas mesas.
No miro tele.
Cada tanto me baño en el río y hay noches en las que camino rodeado por estrellas.
Estoy sentado al otro lado del mundo, imaginando al mundo.
Pensando en qué pensarán de mí.

al menor de los cuatro

Desde que te fuiste que nadie ronca de esa manera.
Que nadie camina por la casa con ese desdén por la vida.
Que nadie hace de cuenta que mis historias son divertidas.
Que nadie escucha mis desamores y me dice exactamente lo que no quiero escuchar.
Que nadie me exaspera tanto.
Que nadie corre las ratas, ni atrapa los murciégalos.
Es desde que te fuiste, que ya nadie arma mis porros.
A tu salud amigo, dónde quiera que estés -aunque los dos sepamos dónde-.

lunes, 10 de agosto de 2009

el último penúltimo de la línea

La espalda se pone rígida, como una tabla. Perfectamente derecha.
Erguida. Tensa.
Las piernas semiestiradas, están listas para explotar en un instante. Son como resortes a punto de zafarse.
Este tipo tiene la mirada perdida, pero no desatenta. Espera algo, y una vez que pase, todo depende de lograr arrancar la carrera a tiempo. A horario.
Como un tren.
Sabiendo todo esto, espera.
Eterna y dramática, así es la espera.

jueves, 6 de agosto de 2009

esthétique

Cuidando la estética de lo que algunos creen que no tiene estética.
De lo que uno cruza a diario.
De lo que inimaginablemente diverso.
De lo increíblemente complejo.
Cuidando la estética de lo natural.
De lo común.
De lo rutinario.
De lo hermosamente mediocre.
Cuidando la estética de lo que la mayoría cree inocuo.
De lo irrelevante.
De lo pasajero.
De lo vulgar.
Mi vida...pasate a las 9 de la mañana por la puerta de casa que me vas a ver baldeando la vereda en chancletas.
Éso es estética.

martes, 4 de agosto de 2009

un poco de sal

Estoy sentado leyendo todos esos poemas que te han dedicado.
Ensalsados. Edulcorizados. Sintéticos.
Asco.
Estoy descompuesto.
Por empezar, tu pelo es castaño y no del color de las avellanas, víctimas de un otoño mongol que azota el valle.
A tu sonrisa le falta una muela y te reís como un delfín.
Tus piel necesita crema, y no es suave como la seda confeccionada artesanalmente por 30 chinas vírgenes poseedoras de un secreto milenario.
Definitivamente no olés a rosas, y estoy bien seguro de que tus palabras no siempre susurran amor.
Una sugerencia para tu poeta; más sexo, más vino y cada tanto un poco de sal bajo la lengua.

caja rápida

Estoy en la cola del supermercado e inexplicablemente la señora que está delante mío huele igual a vos.
Debe tener unos 50 años y el pelo recogido con no menos de 200 clips. Arquitectura pura.
Inmediatamente, vuelve a mi cabeza la imagen de tus medias de algodón. Tu cepillo de dientes amarillo. Tu cuello desprotegido.
Podés volver cuando quieras, compré crema de enjuague.

miércoles, 29 de julio de 2009

0800-love

Tomé coraje, un vaso de vodka y la llamé.
Le dije que era hermosa, que su voz era lo mas dulce que había escuchado y que no quería caer como un pesado. Que entendía si la incomodaba. Que podría sonar impulsivo, pero que si no lo hacía ahora podría ser que nunca lo haga.
Me sentía como un chico de 7 años invitando a una chica a tomar un helado.
Ella escuchó atenta e hizo una pausa.
Escuché ese segundo, aquel en el que las personas toman aire por la boca en lugar de por la nariz, como para dictar una sentencia de muerte. Me dijo que le parecía un divino y un tierno, pero que estaba saliendo con un tal Ramiro hacía ya 7 meses, y que lo amaba con todo su corazón.
Entonces colgué el teléfono y me serví otro vaso de vodka. Volví a agarrar la guía de teléfono y seguí con la siguiente letra.
Alguna tenía que caer.

martes, 14 de julio de 2009

de a par

Estoy sentado en la vereda de mi casa, pensando en tus piernas.
En tu corpiño con breteles flúor. En tus culotes.
Tus tacos. Tus collares.
En tu pelo suelto. En tu pelo recogido.
Tus regalos. Tu sonrisa.
En tus berrinches y en tus actitudes de pendeja.
Estoy pensando en tu largo, espectacular e infinito par de piernas.

The Dude

Una puntada en el ojo derecho que se expande lentamente por toda la cabeza. Acidez estomacal. Gases. Lagañas.
Las agujas marcan las 3 de la tarde.
Me levanto. Me estiro.
Reflexiono sobre el significado de la vida. Tacho otro día en en calendario.
Camino a la heladera y busco la leche, solo la leche...el resto del desayuno está servido en la mesa.
Vodka. Licor de café.
Instantáneamente aparece un ruso blanco frente a mi. Impecable. Imponente. Impotente. Frío.
Tomo.
Me llevo el vaso conmigo al baño mientras me lavo los dientes. Enjuago. Meo.
Vuelvo a tomar.
Voy hasta las ventanas y corro las cortinas.
La puntada poco a poco desaparece, mientras que el sol, menos de a apoco que la puntada, empieza a calentar el parquet y los dedos de mis pies.
Vuelvo a tomar.
Vuelvo a reflexionar.
Vuelvo a tomar. Muerdo los hielos como si fueran huesos.
Otro white russian ha muerto en el camino.

domingo, 31 de mayo de 2009

apunten, fuego

Como un certero disparo.
Tu huella estrellada en mis anteojos.
Dibujada. Aplastada. Incrustada.
Un desesperado intento de sujetarme que termina concentrado en mi lente, en mi prótesis ocular.
Una avalancha de afecto, tratando de evitar que me vaya.
Potente. Quirúrgica. Efectiva.
Logra frenarme a metros de la puerta, con el paraguas ya en la mano.
Intimidado, desando mis pasos.
Tu dedo me sigue apuntando.

miércoles, 29 de abril de 2009

n/n

Me acuerdo de tus caderas.
Aunque eran estrechas, difícilmente lograbas pasar por la ventana de aquel baño, aquel domingo, de aquel verano, en aquel pueblo.
Hace tiempo que nos conocemos.
Que nos cruzamos sin saludarnos.
Que nos miramos pensando "te conozco de aquel verano en aquel pueblo, cuando trepamos hasta la ventana de aquel baño, aquel domingo".
Acto seguido; sonrío y me acuerdo de tus caderas.

viernes, 17 de abril de 2009

antes que me dejes, te dejo yo

Hoy te volví a ver más de cerca y me di cuenta que tu nariz no es tan perfecta como creía.
Tiene una pequeña desviación hacia la izquierda, que atrapa mi atención de manera particular. De manera diferente.
Es leve, apenas se nota, pero parece desarticular el cuadro.
Lo desencaja.
Lo vuelve vulgar e inapetecible. Agrio.
Te afea.
Tal vez, ese sonido que hacés cuando dormís, sea producto de este defecto. Ese ruido que es parecido a un ventilador y que no deja pegar un ojo.
Probablemente, también sea la causa de tus constantes y molestos estornudos.
Son solo unos pocos milímetros fuera del perfecto eje. Disonantes.
Perdoname, pero así no puedo seguir.

lunes, 23 de marzo de 2009

infidelidad

La estupidez
La simple cara de "no se nada", de "me quiero ir a casa".
Pánico.
La mano en la rodilla. Los dedos temblando. Los dientes mordiendo el labio.
El té caliente. La boca quemada. La lengua que se ampolla. La puteada.
El silencio.
La disculpa. La pausa. La excusa.
Más incomodidad.
El descreimiento. La desconfianza. Más preguntas.
Algunas afirmaciones y más lágrimas.
El "te amo".
La eterna duda.

martes, 17 de marzo de 2009

una de tiros

"La rubia del vestido rojo" se queda con "el bueno de ojos azules". "El negro", amigo de "el bueno de ojos azules", muere en la explosión del reactor.
"Al malo" le da un ataque de tos y se cae por el precipicio cuando se resbala con una bolita lechera que había en el suelo, aquella era el único recuerdo que tenia "el bueno de ojos azules" de "su abuelo".
"La amiga del malo", una morocha más linda que "la rubia del vestido rojo", se le da por escapar con "el enano malo", que se hizo bueno y ayudó a "el rubio de ojos azules" y a "el negro" a salvar al mundo -aunque este último nunca lo sepa-.
Al mismo tiempo, "el científico peinado con gomina" que diseñó el reactor, escapa a caballo atravesando el fuego de "los tanques asesinos del futuro", que serán destruidos por "el francotirador tuerto de nacimiento" desde una torre -de ese no se sabe si es bueno o malo-.
Por otro lado, "el perro del bueno de ojos azules", que tiene una inteligencia superior a todos los demás personajes por que provenía del planeta "de los perros inteligentes", se casa con "la tortuga del malo", a la cual "el malo" cambió su cerebro por el de un samurai del siglo XII.
Al final, están todos muertos menos el "enano malo". Él veía gente muerta.

lunes, 16 de marzo de 2009

transbordo

Me levanto de a poco.
Me incorporo en la cama. Me rasco la cabeza. Me refriego los ojos.
Estiro las piernas, moviendo los dedos de los pies. Giro la cabeza para los lados.
Me quedo un segundo.
Me levanto.
Voy a la cocina y prendo la hornalla. Cargo la pava con agua y la pongo al fuego.
Voy al baño. Hago pis. Me lavo la cara. Me cepillo los dientes.
Vuelvo a la cocina.
Preparo las cosas. Voy probado el agua, de a poco, tratando de no mojar toda la yerba, de no inundar todo el mate.
El día recién empieza, mejor hacerlo de a poco. Pausado. Tratando de que el traspaso del sueño a la realidad sea lo menos traumático posible. Lo menos violento posible.
Pruebo un par de mates, pero le falta.
Me quedo, otra vez.
Todavía me acuerdo de lo que estaba soñando.
Estaba corriendo solo por una calle de tierra. De mañana y de invierno.
Estaba descalzo y sentía el fresco de la tierra húmeda en la planta de los pies. La cara tensa.

Daba zancadas largas, como un velocista.
Sentía como me entraba el aire en los pulmones. Como bolsas, se llenaban y se vaciaban.
El aire se condensaba cuando salía por mi boca.
Me bastaba con solo apoyar la punta de los pies para salir disparado. Al final de cada zancada parecía quedarme congelado un instante, antes de caer y dar el siguiente paso.
Congelado en el frío de la mañana.
El agua ya esta a punto. El traspaso se ha producido con todo éxito. Pausado. Sin violencia.
Me voy a la mesa. El día acaba de arrancar.

martes, 27 de enero de 2009

en tu pelo un batido

La legalidad de lo que estaba haciendo se ponía en duda con el solo hecho de que eras casada. Perdón, pero nunca fui prolijo para hacer las cosas; mis calzones habían quedado olvidados en el comedor.
Ya estábamos metidos en esto desde la vez que te crucé en la cena de navidad de aquella familia inglesa con acento irlandés que solía veranear en las costas más ventosas del atlántico. El cambio les era favorable. También lo fue para mí.
Volviendo al caso; desnuda no eras nada del otro mundo. Te asimilaba a las revistas pornográficas que solíamos robarnos de chicos con mis amigos del barrio. Y así, como aquellas, me calentabas.
Adolecentemente hermosa.
Tu marido debía de ser un estúpido para dejarte sola un instante.
Me sonreí para adentro y te volví a mirar.
Tu pelo era un desastre.