jueves, 20 de agosto de 2009

itinerante

Malabares.
Cuerda floja.
La sensación de que, en cualquier momento, salgo disparado desde un cañón.
Alguna que otra payasada, y el cagazo de encontrarme dentro de la jaula del león.
Intentar gustarte es lo más parecido a trabajar en el circo.

miércoles, 19 de agosto de 2009

tal vez alguien en Laos esté pensado esto

Tengo otro huso horario.
Paisajes distintos a los del resto.
Una casa en otro lado.
Diferentes padres y madres. Abuelas. Abuelos.
No como la misma comida, ni siquiera me siento en las mismas mesas.
No miro tele.
Cada tanto me baño en el río y hay noches en las que camino rodeado por estrellas.
Estoy sentado al otro lado del mundo, imaginando al mundo.
Pensando en qué pensarán de mí.

al menor de los cuatro

Desde que te fuiste que nadie ronca de esa manera.
Que nadie camina por la casa con ese desdén por la vida.
Que nadie hace de cuenta que mis historias son divertidas.
Que nadie escucha mis desamores y me dice exactamente lo que no quiero escuchar.
Que nadie me exaspera tanto.
Que nadie corre las ratas, ni atrapa los murciégalos.
Es desde que te fuiste, que ya nadie arma mis porros.
A tu salud amigo, dónde quiera que estés -aunque los dos sepamos dónde-.

lunes, 10 de agosto de 2009

el último penúltimo de la línea

La espalda se pone rígida, como una tabla. Perfectamente derecha.
Erguida. Tensa.
Las piernas semiestiradas, están listas para explotar en un instante. Son como resortes a punto de zafarse.
Este tipo tiene la mirada perdida, pero no desatenta. Espera algo, y una vez que pase, todo depende de lograr arrancar la carrera a tiempo. A horario.
Como un tren.
Sabiendo todo esto, espera.
Eterna y dramática, así es la espera.

jueves, 6 de agosto de 2009

esthétique

Cuidando la estética de lo que algunos creen que no tiene estética.
De lo que uno cruza a diario.
De lo que inimaginablemente diverso.
De lo increíblemente complejo.
Cuidando la estética de lo natural.
De lo común.
De lo rutinario.
De lo hermosamente mediocre.
Cuidando la estética de lo que la mayoría cree inocuo.
De lo irrelevante.
De lo pasajero.
De lo vulgar.
Mi vida...pasate a las 9 de la mañana por la puerta de casa que me vas a ver baldeando la vereda en chancletas.
Éso es estética.

martes, 4 de agosto de 2009

un poco de sal

Estoy sentado leyendo todos esos poemas que te han dedicado.
Ensalsados. Edulcorizados. Sintéticos.
Asco.
Estoy descompuesto.
Por empezar, tu pelo es castaño y no del color de las avellanas, víctimas de un otoño mongol que azota el valle.
A tu sonrisa le falta una muela y te reís como un delfín.
Tus piel necesita crema, y no es suave como la seda confeccionada artesanalmente por 30 chinas vírgenes poseedoras de un secreto milenario.
Definitivamente no olés a rosas, y estoy bien seguro de que tus palabras no siempre susurran amor.
Una sugerencia para tu poeta; más sexo, más vino y cada tanto un poco de sal bajo la lengua.

caja rápida

Estoy en la cola del supermercado e inexplicablemente la señora que está delante mío huele igual a vos.
Debe tener unos 50 años y el pelo recogido con no menos de 200 clips. Arquitectura pura.
Inmediatamente, vuelve a mi cabeza la imagen de tus medias de algodón. Tu cepillo de dientes amarillo. Tu cuello desprotegido.
Podés volver cuando quieras, compré crema de enjuague.