sábado, 26 de septiembre de 2009

asadito existencial

Y si te dijese que una vez fui a Kazajistán.
Que ví las pirámides y el Coliseo.
Que la torre Eiffel es más chica de lo que parece y que el Hermitage es sumamente aburrido.
Que la Estatua de la Libertad es lo más parecido a un pedazo de metal retorcido y que en la Capilla Sixtina apenas logran distinguirse los frescos de Miguel Ángel.
Y si te dijese que todo lo que creías era terriblemente similar a una gran mentira.
Entonces....verías que mi parrilla, con sus ladrillos refractarios, con su tacho para el aceite y las brasas, sería el único arte realmente correspondiente con su verdadera naturaleza.
En aquel arte, es donde se cuecen los costillares de la metodología funcional al hambre y a la gula.
Es en aquel tacho, donde se cocina la vida misma.