miércoles, 28 de mayo de 2008

coicaine

Ahí estas, matándote otra vez en mi baño. Despierta. Rabiosa. Sacada. Enferma.
Con los pelos revueltos y la tanga desencajada. Estás en otro planeta. Mirándote al espejo, acomodándote las tetas y la nariz.
No dejás de mirarte, te gustás.
Somos parecidos y eso no me relaja.
Te miro y siento lástima.
Aún sigo desnudo en la cama, temblando por dentro.
Debe ser el pánico que a veces me sacude.

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