sábado, 13 de febrero de 2010

los muertos no se hacen estrellas, sino boleros

La gente muere y a mí se me da por lo boleros.
Por coordinar los pies y los brazos al ritmo.
Bailo, como casi no queriendo moverme.
Bailo en casa, con poca luz y a veces en la calle, cuando nadie me ve.
Solo o con algún trago en la mano.
Siempre con mucho hielo.
Siempre pensando en alguien.
La gente muere y a mí se me da por bailar.
Se mueren de forma lenta o rápida.
A algunos les duele y otros ni se enteran.
Algunos solos, otros rodeados.
Viejos y chicos se van y por cada uno de ellos nace un nuevo bolero.

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