martes, 11 de mayo de 2010

De corbatas negras y zapatos acharolados

Tus galas me destrozan.
Me dejan roto. Averiado.
Tus fiestas hacen que me duela la cabeza y que se me revuelva la panza.
Algunas veces, hasta las muelas me duelen.
Tus amigas me caen mal y yo les caigo mal a ellas. Para tus amigos soy un abuelo. Le mentís a tus viejos acerca de lo nuestro, y tu primo no deja de mirarme la bragueta.
Tendría que salir corriendo. Escaparme por la puerta de atrás o por la ventanita del baño, como tantas veces.
Sin embargo acá estás. Haciéndome muecas.
Poniendo tu mejor cara de boluda para hacerme reír y lograr que la noche valga la pena.

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