miércoles, 19 de agosto de 2009

al menor de los cuatro

Desde que te fuiste que nadie ronca de esa manera.
Que nadie camina por la casa con ese desdén por la vida.
Que nadie hace de cuenta que mis historias son divertidas.
Que nadie escucha mis desamores y me dice exactamente lo que no quiero escuchar.
Que nadie me exaspera tanto.
Que nadie corre las ratas, ni atrapa los murciégalos.
Es desde que te fuiste, que ya nadie arma mis porros.
A tu salud amigo, dónde quiera que estés -aunque los dos sepamos dónde-.

No hay comentarios: