La resaca no tiene piedad y tira a matar...mis neuronas caen muertas. La puerta del departamento aún sigue abierta culpa de la histérica de la noche anterior. Cansado, me levanto a cerrarla.
Para sorpresa de mi vecina, la señora X, que mira atónita desde el final del pasillo, hoy no traigo ropa puesta, entonces con una mano la saludo y con la otra me sacudo la verga..."que tenga buen día doña". La vieja me mira y se mete corriendo al asensor.
Gente de mierda...lo hacen sentir a uno como un desubicado.
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